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Nace en Córdoba "la" receta para liquidar los subsidios

Un concejal propone que la Muni subsidie a comercios que no puedan trabajar por protestas. Una idea anarcorrevolucionaria: subsidio con subsidio se combate.

18/10/2021 | 13:43

El concejal de la ciudad de Córdoba Juan Negri acaba de hacer una propuesta revolucionaria. El edil de Juntos por el Cambio propone que la Municipalidad de Córdoba repare a los comerciantes que no puedan trabajar por alguna de las homéricas protestas que suelen caotizar la ciudad. O sea, Negri propone darles un subsidio: que por cada día de trabajo perdido la Municipalidad les rebaje a los comercios el 10% de la tasa de Comercio e Industria.

La idea es que las protestas le duelan no sólo a los privados, sino también al Estado incapaz de exigir que las protestas cumplan las leyes y no arrasen el derecho de los demás.

Ya se escuchan algunas críticas. “Es renunciar a la autoridad del Estado -me dijo un abogado- ¿Qué sigue? ¿Que el Estado subsidie a la familia de un asesinado si no logra atrapar al asesino?

Yo pienso que en la propuesta de Negri tal vez se esconda el secreto para terminar con la Patria Subsidiada. Como sabemos, el Estado ya está recontraquebrado y no puede seguir pagando todos los subsidios que paga. Pero nuestros políticos promedio son unos inútiles: no saben, no quieren o no pueden reducirlos.

Entonces, en una de esas, hay que inspirarse en Negri y lanzar una alternativa anarcorrevolucionaria: en lugar de ver cómo racionalizar los subsidios que ya se dan y no se pueden pagar, se podría hacer la “gran Negri”: darles subsidios a todos los que aún no los reciben.

Ya sé: muchos van a decir que eso multiplicaría la emisión de pesos para pagar los subsidios y, por ende, la inflación. Sí, es cierto. Pero al menos habría un equilibrio que hoy no existe entre quienes reciben subsidios y sufren la inflación y quienes también sufren la inflación pero no reciben ningún subsidio. Y el caos inflacionario terminaría licuando el valor de los subsidios, tanto los subsidios viejos como los más nuevos. Ningún subsidio valdría nada.

Desaparecerían por exceso, en lugar de desaparecer por extinción.

Por ejemplo, así como hace 13 años que les regalamos 600 millones de dólares al año a los empleados de Aerolíneas Argentinas, les podríamos regalar una cantidad proporcional a todos los argentinos que jamás usan un avión. Sería un caos, pero sería insostenible, y entonces obligaría a cambiar.

Es cierto que habría caminos más racionales que el que propone Negri. Por ejemplo, los políticos podría empezar una gran movida para sancionar leyes que permitan quitarle todo subsidio a cualquiera que proteste impidiendo trabajar a los demás. Eso tendría doble beneficio: reduciría los subsidios que ya no podemos pagar y los comerciantes no perderían su día de trabajo. Pero, claro, para eso hace falta estar dispuestos a pagar el costo de ser el “malo” que reduce subsidios, en lugar de ser el “bueno” que quiere seguir repartiéndolos, incluso a los comercios.

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