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Cadena 3

La quinta pata del gato

El ambientalismo de los chantas

Alberto pide "deuda x ambiente". Pero resulta que la deuda se contrajo, en parte, por el déficit fiscal que provocaron los subsidios... a la energía sucia. Y encima nos resistimos a bajarlos.

02/11/2021 | 17:24

Hace un rato, en la Cumbre del Clima, el presidente Alberto Fernández propuso que el FMI les facilite el pago de sus deudas a los países que adopten energías limpias.

O sea, Alberto pide que el FMI le perdone deuda a la Argentina (que es el principal deudor del Fondo) a cambio de que nuestro país ayude en el esfuerzo mundial contra el calentamiento global.

El pedido de Alberto suena muy bonito. Pero es muy incoherente. Inconsistente. Incluso medio chanta.

Porque resulta que unas horas antes de que el presidente hiciera ese pedido, la secretaría de Energía de la Nación emitió una resolución que mantiene los gigantescos subsidios al consumo de gas y de electricidad generada con gas, que son energías sucias.

O sea: pedimos que nos perdonen deuda para poder financiar energías limpias, pero nosotros seguimos estimulando el consumo de energías sucias, que encima, como son tan baratas y subsidiadas, las consumimos de más.

Hay algo peor todavía: en gran medida nosotros tenemos problemas con la deuda justamente porque hace 15 años que subsidiamos la energía sucia. El círculo es así: nosotros no queremos que nos aumenten las tarifas, entonces el Estado pone la diferencia. Como no tiene plata para eso, entonces el Estado lleva una década emitiendo pesos. Eso ha generado inflación y fuga de dólares. Y como nos faltan dólares ya estuvimos en default con los privados y estamos por entrar en default con el FMI, al que le pedimos ayuda, pero sin dejar de subsidiar los combustibles fósiles.

Hay que imaginarse lo que habrá pensado por ejemplo Angela Merkel si lo escuchó a Fernández. En 16 años Merkel en lugar de subsidiar les encareció las energías sucias a los alemanes. Eso los estimuló a invertir en energías limpias. Hoy más de la mitad de la electricidad que gastan viene de fuentes renovables. Pero ahora Merkel escucha al presidente de este otro país que, mientras sigue subsidiando las energías sucias, pide que los contribuyentes alemanes ahora pongan plata en el FMI para que el FMI le ayude a la Argentina con las energías limpias.

Si lo escuchó, Merkel debe pensar que Fernández es un buen presidente; un buen presidente para un país de chantas e irresponables que creen tener derecho a que los demás vengan siempre a sacarles las papas del fuego.

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