Menú
×
Cadena 3

Pandemia

Las tres pifiadas con Pfizer, Moderna y Covax

Con los dos laboratorios estadounidenses, los funcionarios se durmieron, en el mejor de los casos. Al fondo de la ONU le encargaron sólo 10% de las vacunas posibles.

16/04/2021 | 13:07

¿Hubo mala praxis del gobierno nacional en la provisión de vacunas contra la Covid19? ¿Hubo ideologización anticapitalista que llevó a despreciar a Pfizer? ¿Hubo desidia? ¿Incapacidad? ¿Corrupción?

No es sencillo dar esa respuesta. Es obvio que en casi todo el mundo faltan vacunas.

Lo que van apareciendo son algunos datos. No todos tienen la misma contundencia.

Hoy, La Nación publicó una investigación según la cual Pfizer le ofreció más de 13 millones de dosis a la Argentina en diciembre. El Ministerio de Salud se durmió entre regateos y tentado por otras vacunas. Entonces Uruguay aprovechó y contactó a los ejecutivos de Pfizer que estaban en Buenos Aires y se apuró. Hoy Uruguay tiene vacunada a 36% de su población. Argentina, al 13%.

A fin de año, el principal accionista de Aeropuertos Argentinos 2000, Eduardo Eurnekian, que conocía al presidente del laboratorio Moderna, también de origen armenio, lo llamó para pedir ayuda. Y así puso en contacto a los dos presidentes: el de la Argentina y el de Moderna. Eurnekian hizo lo mismo para el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou. El uruguayo se apuró. Argentina se tomó un mes. Cuando llamaron, Moderna ya no tenía vacunas disponibles hasta octubre.

Estas dos informaciones no han sido negadas hasta ahora. Pero hace unas horas, nomás, el diputado santafesino por el PRO Luciano Laspina publicó en las redes el video de una sesión de comisiones de Diputados que se desarrolló el 3 de febrero. Allí, la cúpula del Ministerio de Salud, con el exministro Ginés González García, admite que, como ya habían firmado acuerdos con otros laboratorios más económicos, le encargaron al fondo Covax de Naciones Unidas sólo el 10% de los 9 millones de vacunas que Argentina tenía derecho a solicitar a ese fondo de vacunas. El 10% era el mínimo al que Argentina podía aspirar. Y Argentina solicitó el mínimo.

Si uno los pone a todos juntos son indicios de imprevisión. Tal vez se confiaron demasiado en las vacunas de AstraZeneca que se iban a producir en Argentina y México, en la vacuna Sputnik o en los laboratorios chinos. Tal vez hubo desidia. Lo que está claro es que las gestiones no parecen haber sido las óptimas. Las razones por las que fue así están mucho menos claras, por ahora.

Audios

El FMI y EEUU: de diablos a corderitos en un finde

Los inversores se hacen los osos

Los inversores se hacen los osos

Te puede Interesar

Lo Último