Primer acto: piqueteros protestan hoy contra la inflación en una planta de Arcor del conurbano bonaerense.
Segundo acto: piqueteros protestan hoy contra la inflación en una industria alimentaria de Molinos, en el conurbano bonaerense.
Tercer acto: piqueteros protestan contra hoy la inflación en un supermercado Coto del conurbano bonaerense.
¿Cómo se llama la obra? “La inflación es culpa de las empresas privadas”.
Es una obra que ya vimos mil veces en la Argentina, donde, aunque cada vez hay más controles y aprietes a las empresas, igual los precios suben. Pero nosotros seguimos creyendo cada vez más en estas teorías supersticiosas sobre la inflación y sobre cómo frenarla: son explicaciones esotéricas, basadas en ideas mágicas, en brujería. Debe ser la inminencia de Halloween, que ha recalentado los cerebros. En cualquier lugar del mundo las protestas de estos piqueteros bancados con impuestos parecerían una danza de la lluvia, un rito en el que un grupo de disfrazados de hechiceros esperan bajar los precios con cantitos maleficiosy trucos de magia.
Y ya somos el único país en donde creemos estas supercherías, como que la inflación es culpa de las empresas.
En efecto, ni en Cuba piensan eso. Resulta que en Cuba hay inflación. A principios de mes, el gobierno publicó por primera vez el índice oficial, que dio un 58% en los primeros 8 meses del año.
Pero, claro, en Cuba no hay empresas privadas. Así que no se puede culpar a “un grupo de vivos” o a “tres o cuatro pícaros”, como dijeron el Presidente y La Cámpora.
Entonces, ¿por qué hay inflación en Cuba? La explicación oficial la dio Marino Murillo, exministro de Economía y hoy jefe de la comisión especial de reforma de la economía cubana. Este señor recontracomunista dijo que la razón de la inflación es la emisión de dinero obligada por el gasto público: “Cuando sobra dinero casi siempre hay inflación, y lo primero que hay que hacer es, a través de políticas fiscales, controlar el dinero que hay en la economía”. A eso lo están tratando de hacer cortando el gasto público, sobre todo los multimillonarios subsidios a las ineficientes empresas estatales incapaces de producir nada.
Hasta el Partido Comunista de Cuba ha dejado atrás la brujería. Pero acá no: acá todo el año es Halloween.
