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Cadena 3

El día después

¿Y si la pandemia fuera una oportunidad?

Todos los países deberán reconstruirse. Pero, ¿tiene sentido reconstruir nuestra economía cara, pobre y caótica de siempre? Ejemplos para pensar.

27/04/2020 | 19:21

El coronavirus está destruyendo buena parte de las economías del mundo. No se salva nadie. Pero no es igual para todos. Hay economías que venían de años de crecimiento, empleo, buenos ingresos. Pero hay economías como la nuestra, que hace décadas arrastra desinversión, inflaciones, desempleos, defaults.

La verdad es que la pandemia está destruyendo algo que nadie en el mundo envidiaba. Ni a nosotros nos servía.

Cuando la pandemia termine, todos los países tendrán que hacer un esfuerzo enorme para reconstruirse. La pregunta es si la Argentina tiene que reconstruirse tal cual era o si debería reconstruirse distinta, mejor, más eficiente.

Por ejemplo, la Nación ya asiste a provincias y municipios con emisión de billetes sin respaldo por encima de la coparticipación. Y va a tener que seguir haciéndolo. Pero entonces podría negociarse eso a cambio de leyes estrictas que prohíban a los gobernadores de provincias que viven el empleo público seguir contratando empleados y no reemplazar a quienes se vayan jubilando. O que tengan que empezar a pagar salarios promedio iguales a los salarios privados, por ejemplo, que confluyan en 5 años. Si no el Estado siempre va a seguir asfixiando a la sociedad.

Lo mismo con la economía privada. El Estado deberá asistir. Entonces puede exigir algo a cambio.

Por ejemplo podría exigir al sindicato de los estacioneros que permita ir habilitando el autoservicio de combustibles líquidos. En ningún lugar del mundo se paga ya el trabajo de cargar el tanque. No es necesario. No hay por qué echar a nadie. Simplemente admitir que, a medida que los playeros se jubilen, los surtidores que ellos atendían empiecen a ser de autoservicio. Si no, la nafta siempre va ser, de entrada, 10% más cara que en el resto del mundo. 

Con los escribanos podría pasar lo mismo. Los altos costos de vender una casa tienen que bajar de una buena vez. Podríamos decir: “Bueno, que todos los inmuebles que se construyan a partir de ahora, paguen para siempre la mitad de honorarios”.

Los ejemplos son infinitos. Serían todos cambios graduales, nadie recibiría el golpe de golpe. Pero daríamos una señal. La señal de que no queremos superar el coronavirus para volver al mismo país, caro, pobre, improductivo y caótico de siempre, sino para ser mejores.

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