El endeudamiento de Vicentín con el Banco Nación está atrapado entre dos relatos muy disímiles.
El gobierno K dice que la gestión de Cambiemos le prestó a Vicentin 18.182 millones de pesos, violando las normas que impiden a los bancos concentrar en exceso su capital en un solo deudor y de prestarle dinero incluso hasta semanas antes de que Vicentin se presentara en convocatoria. Eso dice Claudio Lozano, ahora director del Nación.
Pero el expresidente del Nacion, Javier González Fraga, cuenta otra cosa.
Primero, aclara que son créditos de prefinanciación de exportaciones y por eso son en dólares y se van renovando en todas las cosechas. Vicentín obtuvo el visto bueno para tomar hasta 300 millones de dólares con el Nación en junio de 2018. Hace dos años. Desde entonces, ese tope nunca aumentó.
Segundo, los créditos de Vicentin no empezaron con Cambiemos. En 2013 Vicentín ya operaba con créditos por 170 millones de dólares con el Nación.
En julio de 2019, ese monto de 300 millones de dólares pasó a exceder las normas, como dice Lozano, admite González Fraga. Pero no fue porque le dieran más dinero a Vicentin, sino porque el capital del Nación se redujo por dos motivos: porque sus ganancias fueron pasadas al Estado y no se capitalizaron y porque la devaluación del peso bajó el capital del Nación en dólares. Al bajar el capital, la deuda de Vicentín pasó a representar una mayor porción del capital del banco.
Ahí entonces se le pidió a Vicentín que diera más garantías hipotecarias.
González Fraga explica que, tras las Paso, encima, se agravó la situación de Vicentín. La devaluación de 45% y el riesgo país complicaron devolver deudas internacionales que había tomado para inversiones. Y el temor a una suba de retenciones hizo que muchos productores aceleraran su decisión de vender los granos que ya habían entregado a Vicentin pero que la cerealera aún no había vendido. Ahí se terminó de ahogar y por eso paralizó los pagos el 4 de diciembre.
Son dos interpretaciones. La Justicia investiga.
