La crisis mundial derivada del coronavirus deja expuestas muchas cosas. Algunas son bastante incómodas.
El gobierno de Estados Unidos ha destinado un paquete enorme de ayuda para auxiliar a todas sus enormes líneas aéreas, que están al borde de la quiebra. Les va a dar 25 mil millones de dólares para que no desaparezcan.
Y a mí me surgió una pregunta. ¿Eso es más o menos de lo que recibe siempre Aerolíneas Argentinas del Estado? Veamos.
Luis Malvido fue el último presidente de Aerolíneas Argentinas que designó Mauricio Macri. En diciembre, cuando renunció, informó públicamente que en los casi 12 años transcurridos desde la estatización de Aerolíneas, la empresa recibió 6.500 millones de dólares en subsidios del Estado.
Esto implica que el grupo Aerolíneas-Austral recibió durante 12 años aproximadamente 6 millones de dólares en subsidios por cada avión y por cada año.
Es muy curioso. Pero esa cifra es casi la misma que van a recibir ahora las aerolíneas estadounidenses. Por ejemplo, American Airlines va a recibir 5.800 millones de dólares, lo que implica unos 6,2 millones por avión, según los datos de mercado sobre su flota actual. Casi la misma cifra que Aerolíneas Argentinas.
Con tres diferencias. Aerolíneas Argentinas recibió esos fondos durante largos 12 años, son subsidios que no tiene que devolver y no los recibió porque hubiera una pandemia sino porque es una fábrica de pérdidas. En cambio, los fondos que les va a dar el gobierno de Estados Unidos a las aerolíneas de ese país son sólo para este año, se deben a una catástrofe sin precedentes para esa industria, y una parte son préstamos, no subsidios, que van a tener que devolver.
Podría decirse, entonces que Aerolíneas Argentinas hace 12 años que está en cuarentena.
Por supuesto, hay otros datos más complejos para comparar empresas aéreas. Esto es apenas una aproximación periodística.
Pero señala una vez más lo mismo. Más allá de la grieta que también existe cuando se discute el tema de Aerolíneas Argentinas hay algo que parece obvio y evidente. La situación financiera, el manejo, el rol y el futuro de esa empresa estatal debe ser puesto en discusión. Porque es cada vez resulta más injustificable el lastre enorme que significa para un Estado quebrado como el nuestro. Hace ya 12 años que se estatizó. Y las promesas de mejoras jamás se han cumplido.
