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Cadena 3

Economía parada

Táctica y estrategia del avestruz

Precios, tarifas, empleos... nuestro mayor deseo es que nada empeore. Pero creer que esta crisis se atravesará sin cambios durísimos es haber ingresado a un nuevo nivel de fantasía.

21/09/2020 | 14:15

Estamos paralizados. Muertos de miedo. Hundidos hasta las orejas en el pesimismo. Algunos están muy cómodos, con su beca estatal. Otros están muy incómodos, con su subsidio estatal. Otros están a la intemperie, en el cuarto subsuelo, tratando de sobrevivir o perdiendo lo que tenían. Todos sabemos que este rumbo termina mal. Pero es imposible que podamos acordar sobre para dónde deberíamos encarar. En muchísimos casos, las necesidades son opuestas entre sí. Y estamos paralizados.

Empezando por el gobierno, que no logra dejar de prorrogar algunas medidas y aplazar otras, como si esperara un milagro que pueda salvarnos de los tragos amargos.

En algunos casos desde antes de la cuarentena más larga del mundo, hay medidas que simplemente se van renovando. Empezando por el propio confinamiento, que ha llevado al turismo a la crisis final que se expresa en las protestas de hoy.

Pero sobran los ejemplos. La olla a presión de los precios máximos, que se fue prorrogando sin más de a dos meses. El gobierno lleva emitidos en la pandemia un millón y medio de millones de pesos. Pero pretende que los precios lleguen al 31 de octubre siendo casi los mismos que eran el 6 de marzo.

Otro ejemplo es el de las tarifas de los servicios públicos. Ese sector está forzado a seguir llevando a cada lugar la luz, el gas, el agua o lo que sea a los precios de 2019. El gobierno sigue sin dar una pista sobre cómo descongelará estos precios para evitar el colapso. Pero además acaba de extender hasta el 31 de diciembre el plazo en que no se puede cortar estos servicios a los usuarios, sin importar si éstos pueden pagar o no. Y además incluyó el cable, los celulares e Internet. O sea, todas esas empresas tienen que seguir a pérdida, con más mora de sus clientes.

La misma solución parece tener el gobierno con el empleo: evalúa prorrogar la prohibición de despidos que vencía el 30 de septiembre, hasta fin de año. Proteger los empleos es encomiable, pero pensar que las empresas van a poder transitar la crisis terminal de la economía argentina, sumada a la pandemia, sin transformarse es haber ingresado en un nuevo nivel de fantasía. En algunos rubros, único van a lograr es que en lugar de los empleos mueran directamente las empresas.

En algún momento los que todavía están dormidos van a tener que despertar. Y el gobierno va a tener que actuar.

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