La legisladora porteña K Ofelia Fernández apretó públicamente el jueves a Paolo Rocca, propietario mayoritario de Techint y uno de los hombres de mayor fortuna en la Argentina, instándolo a que pague el llamado “impuesto a los ricos” que impulsa el kirchnerismo.
Con frivolidad, mucha demagogia y ciertamente violentando la reserva que el Estado debe tener con sus contribuyentes, Ofelia salió a apurarlo ayer a Rocca, que por su parte nada ha dicho al respecto.
Le dijo casi con prepo: “Tenés U$S 9.700 millones, ¿te complicaría mucho tener 9.699?”.
Decir que es un mensaje simplista es poco. La mayor parte de esos millones están en hornos siderúrgicos que Techint tiene en Santa Fe, en pozos petroleros en la Patagonia, en gasoductos y otros prodigios que no son objeto de ese tipo de impuestos, así como no lo son las computadoras que usan los legisladores porteños para redactar sus proyectos. Y muchos de esos millones, encima, están en bienes registrados en otros países, y tributan allí.
Por último, los argentinos que tienen algo de o mucha plata ya pagan impuestos a la riqueza sobre muchos bienes. Desconocemos la situación de Rocca, pero él y sus empresas deben estar ya desde hace mucho entre los mayores contribuyentes.
Sin embargo, la socarronería de Ofelia da la idea de que Rocca es Tío Rico nadando en casi 10 mil millones de dólares en billetes, en la piscina gigante de una mansión inconcebible. En cambio, Ofelia -como siempre pasa con los que construyen su imagen de buenistas arengando a confiscar a otros, nunca aportando lo propio- parece quedar del lado de los menesterosos.
De hecho, lo más interesante es que Ofelia dice en su posteo que ahora “les toca a los ricos”. ¿Ella no es rica? Veamos.
En el privilegiado 2%
La riqueza se puede sopesar por las propiedades acumuladas o por los ingresos regulares que se tienen. Desconocemos las propiedades de Ofelia, así que analicemos su ingreso.
Como legisladora, según chequeado.com, Ofelia cobra 180 mil pesos netos, libres de impuestos.
En su última Encuesta Permanente de Hogares (EPH), el Indec no relevó el ingreso de 16 millones de argentinos que no viven en las grandes 30 ciudades. En general, es, por lejos, la población más humilde del país. Hay ricos que viven en el interior del interior, pero en proporciones minúsculas. Y en dimensiones modestas en comparación a las urbes.
Del resto de los habitantes, el Indec registró que casi 11 millones no tienen ingresos (son los chicos, pero también muchos adultos).
Y, por último, el Indec dedujo que hay 17,5 millones de argentinos que sí tienen ingresos y estimó sus recursos. En este último grupo, el 10% más rico -o sea 1.750 mil argentinos- recibe un ingreso mensual promedio de 62 mil pesos. O sea que a Ofelia, que no tiene niños a cargo, le ingresa el triple que al promedio de los más ricos.
Como mínimo, entonces, Ofelia se ubica de la mitad para arriba de ese 10% más rico. O sea que entra cómodamente entre los 875 mil argentinos (la mitad de 1,75 millón) de mayor ingreso.
Entonces podemos inferir -con un poquito de audacia y contando a los menesterosos del interior que el Indec ni mide y a los que no tienen ingresos- que Ofelia está holgadamente dentro del 2% más rico de los 44,5 millones de argentinos.
Y va a ser más
En estos meses esa posición de privilegio va a ser mucho mayor. Sideral. Porque millones de argentinos no van recibir ingresos o recibirán mucho menos por la crisis, mientras Ofelia cobrará religiosamente su sueldo estatal.
Como se ve, los ricos no son siempre los otros. Sorpresas da la vida. Casi siempre estás muchísimo mejor que mucha más gente de la que creés. Y te parecés mucho más a los ricos que a los más pobres. Pero no te das cuenta.
Yo que Paolo Rocca y el resto de los millonarios argentinos salgo a la calle y bailo ya una coreo bien ensayada, dedicada a Ofelia, mientras canto una canción que se titule: “La rica eres tú”.
