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Cadena 3

Reconversión

El momento de la verdad para muchas industrias

¿Tiene futuro la industria del calzado?

14/06/2019 | 15:10

El cierre de una de las tres plantas de Puma, en Chilecito, La Rioja, expone con crudeza la crisis terminal de algunos sectores industriales en la Argentina. 

La recesión económica pone contra las cuerdas a todo el sector fabril, pero sobre todo acelera la reconversión o el cierre de industrias que desde hace décadas no terminan de hacer pie, que parecen no tener futuro, lugar en la Argentina.

Eso abarca a buena parte de las industrias textil y del calzado. Desde hace muchísimos años se han venido beneficiando de promociones industriales, ventajas impositivas, proteccionismo frente a los importados o un dólar alto, como el de los últimos años.

A veces, esos beneficios se superponen. Otras, se sustituyen.

Por ejemplo, el macrismo habilitó una moderada apertura de las importaciones de calzado, lo cual complica a fábricas como Puma, como fabricantes, aunque no tanto en su comercio porque ellas mismas se transforman en las máximas importadoras cuando les conviene.

Pero hubo una megadevaluación de los salarios en dólares que debió haberla hecho más capaz de competir con los importados y además el gobierno les rebajó aportes patronales más a ningún otro sector. Y, sin embargo, la industria del calzado está hundida en la crisis.

En esta errática trayectoria, Argentina va a tener que preguntarse si va a seguir haciendo el esfuerzo de mantener estas industrias que nunca parecen hacer pie. Si va a seguir limitando las importaciones en ciertas épocas, condenando a la población a pagar zapatillas carísimas, si seguirá devaluando eternamente para que estas industrias puedan seguir sobreviviendo a costa de pagar salarios pobrísimos y si va a seguir permitiendo que estos sectores funcionen a costa de operar en negro o con ventajas impositivas que nadie más tiene.

La única respuesta parece ser una reconversión profunda. La propia Puma, una de las fábricas de calzado más grandes que quedan en el país, da una pista sobre lo que puede pasar. Ya había cerrado una pequeña planta en Sanagasta, a la que ahora se suma la de Chilecito. Le quedan otras dos instalaciones, una en La Rioja capital, donde está la planta principal inaugurada en 2015, y otra en Chamical. Según la empresa, el cierre de Chilecito es parte de un proceso de búsqueda de eficientización.

Para La Rioja es muy importante que Puma lo logre. Es allí uno de los principales entre los escasos empleadores privados.

No va a ser fácil.

La economía argentina no parece tener ya lugar para industrias que sean intensivas en mano de obra. Nunca lo fue, porque su población es escasa. Y ahora ya no tiene margen para seguir forzando las cosas, alternando eternamente entre el proteccionismo y las megadevaluaciones, la única razón por la que algunas industrias lograron sobrevivir hasta hoy sin llegar a desarrollarse jamás en forma plena. Para muchas industrias, ha llegado la hora de la verdad. 

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