Con una ilusión que a muchos les parecía ingenua, el ministro de Economía, Martín Guzmán, apostó a que el arreglo con los bonistas que él mismo consiguió bajo términos definidos por él y considerados positivos por el gobierno, la incertidumbre cedería y calmaría la presión para devaluar los pesos que Argentina viene imprimiendo sin descanso desde diciembre.
Evidentemente, no fue así. El Banco Central de Miguel Pesce perdió la puja no ya con los grandes ogros de las finanzas mundiales sino con quienes cobran los 10 mil pesos del IFE, que hasta hoy los cambiaban dos veces por dólares para transformarlos en 15 mil pesos.
El gobierno había desechado la posibilidad de prohibir ese puré de los subsidiados, había dicho que no quería devaluar y había descartado desdoblar el mercado de cambios. Al final hizo prácticamente todo eso junto.
A los efectos concretos, el peso se devaluó un 22%. El argentino con ingresos en pesos que pudieron comprar 200 dólares ahorro hasta la semana pasada hoy, con los mismos pesos, pueden comprar 156 dólares.
También se prohibió que los beneficiarios de planes sociales tengan cuentas en dólares.
Y para las empresas lo suficientemente complejas como para financiarse en el exterior hay una inducción al default o a la reestructuración de sus deudas de resultados inciertos. Porque para exportar e importar se manejarán con el dólar oficial a 78, pero para comprar los dólares que deban devolver tendrán que manejarse con el dólar a 131.
Es momento de que el gobierno se haga entonces preguntas clave: ¿por qué el acuerdo con los bonistas no alcanzó a despejar la incertidumbre? ¿por qué ninguno de sus pronósticos se cumplieron? ¿por qué tuvo que hacer todo lo que dijo que no iba a hacer? ¿por qué no ingresan dólares y por qué sobran pesos? ¿cómo vamos a evitar que esta nueva devaluación empobrecedora sea pan para unas horas y volvamos a comprar dólares a 131 para venderlos en el blue si esa cotización se instala en los 160 pesos?
De la honestidad y la valentía con que se responda a esas preguntas dependen el futuro del gobierno y de la Argentina.
