En el gobierno provincial están lejos de cantar victoria en relación a la economía de Córdoba. Pero, por primera vez desde que empezó la pandemia ven una luz amarilla entre las rojas.
En los últimos días, la recaudación impositiva parece haber frenado su descenso. Mientras en abril y mayo los ingresos caían 25% junio podría terminar cerca de un empate con junio del año pasado.
¿Los motivos de este freno en la caída? Nadie está muy seguro. Pero se arriesgan varias ideas.
Una, es obviamente la flexibilización de la cuarentena, que permite reactivar la economía, aunque no en todos lados igual. En el sur provincial, dicen en el gobierno, la actividad es casi normal, mientras los valles turísticos son un cementerio, en una situación cada vez más difícil.
Otra razón que puede explicar la mejora en la recaudación es la inflación. Hasta ahora, la montaña de pesos emitida por el Banco Central no se iba tanto a precios porque esos pesos no se movían por la cuarentena total. Pero ha medida que la cosa se mueve también pueden estar recalentándose los precios. Y con los precios, ya sabemos, también suben los impuestos.
Y hay una última razón: el blanqueo. La cuarentena expandió a niveles récord los pagos electrónicos. Y eso reduce la economía en negro.
¿Que se recaude más quiere decir que ya tocamos piso ya? Nadie se quiere jugar. Este y otros delicados brotes que se ven pueden ser arrasados en cualquier momento por las idas y vueltas con la cuarentena. Lo saben los comerciantes de la ciudad de Córdoba que hoy se desayunaron con controles estrictos que vallaron la capital provincial.
