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Cadena 3

En crisis

Correr el arco, la receta del poder

La emergencia habilita todo. Desde seguir suspendiendo la movilidad jubilatoria ahora con un mero DNU, hasta elucubrar subas de retenciones sin ir al Congreso.

18/06/2020 | 14:09

Más allá de las razones epidemiológicas, la extensión de la cuarentena argentina tiene un efecto secundario notable. Alimenta esta sensación de emergencia, de colapso inminente, de catástrofe apenas eludida, que permite invocar la fuerza mayor, el estado de excepción para casi cualquier cosa. Si pasa, pasa. Corrernos constantemente este arco de la urgencia es una receta infalible para la acumulación de poder.

Por ejemplo: para dejar de subir las jubilaciones por inflación y permitir que la Presidencia las suba a dedo, en enero hizo falta que el Congreso sancionara una ley de emergencia. Esa ley vence el sábado. Entonces ahora Alberto Fernández la prorrogó. Pero ya no por el Congreso. La prorrogó por Decreto de Necesidad y Urgencia. DNU. Magia. Cosas que hacían falta, en el despiole de la urgencia aparentemente ya no son necesarias.

Los ejemplos son innumerables. La Justicia a media máquina. El Poder Ejecutivo se autootorga por DNU superpoderes que antes, al menos, el Congreso tenía la delicadeza de cederle. La emisión de dinero desbordada le permite a la Casa Rosada tener al 89% de los hogares del país comiendo de su mano. Cuatro personajes se presentan de golpe en la tele y avisan que intervienen fuera de la ley una empresa que no es de ellos. Los billetes que salen del BCRA fluyen a las provincias según el humor del día.

Ahora se habla de otro acto de extravangancia. La periodista Candelaria de la Sota publicó que el gobierno planea “congelarle” el dólar al campo. La idea es amenzar a quienes aún no vendieron la soja para que lo hagan cuanto antes.

Cada vez más gente espera que el dólar, hoy a 68 pesos, suba. Supongamos que un día de estos el Banco Central lo sube a 80. Si al mismo tiempo congelara el dólar para los granos, el agro seguiría con ingresos atados a esos 68 pesos mientras los precios de las semillas, los agroquímicos y la maquinaria se ajustarían al nuevo dólar oficial de 80 pesos. El gobierno cree que ante semejante riesgo el agro aceleraría la liquidación de dólares que el Gobierno quiere.

Si uno se fija bien, el efecto sería el mismo que aumentar retenciones por tercera vez desde diciembre. Hoy, por la retención del 33%, por cada 68 pesos que vale el dólar oficial, el exportador de soja recibe sólo 46 pesos. Si el dólar oficial se fuera 80 pero quedara congelado para el campo, el campo seguiría recibiendo 46 pesos. Y eso sería lo mismo que haber subido la retención a 43% con un dólar a 80. Eso sí: sería una suba de retenciones sin pasar por el Congreso. Sin discusión. Sólo con una resolución sin precedentes del Banco Central.

Son las delicias de correr el arco, de comprar al referí y de inclinar la cancha con la excusa de que el mundo se viene abajo. Todo sirve para concentrar poder. Lo único que falta es que también quieran manejar el VAR. Tal vez por eso es que también quieren, aprovechando esta emergencia con anabólicos, ampliar la cantidad de jueces de la Corte.

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