Al fin una buena noticia. Alberto Fernández reglamentó hoy la ley que fija ventajas para lo que llamamos la industria del conocimiento. Qué es la industria del conocimiento: bueno, todo el entramado de empresas que usa la información como base para generar valor y riqueza, transformándola en conocimiento: abarca desde la educación a la robótica, desde los jueguitos para la play hasta la nanotecnología, desde el comercio electrónico hasta las películas online.
La Argentina tenía una ley que otorgaba beneficios fiscales a todo este sector. A principios de año esa ley se suspendió por decreto. Y la ley que la debía sustituir se demoró un año. Quedaron colgadas del pincel miles de empresas. Finalmente la ley salió, no es del gusto pleno de las empresas pero al menos no hay un vacío. Y hoy el Presidente reglamentó esa ley, eliminando las retenciones a las exportaciones de estos servicios, que estaban en 5%.
Los exportadores de estos servicios, como todos los exportadores argentinos, vienen muy golpeados porque reciben sólo 85 pesos por cada dólar que exportan. Y encima pagaban retenciones. Eran cada vez menos competitivos con respecto a otros países. Por eso algunos se fueron a países como Uruguay. Profesionales jóvenes que trabajan en el rubro se van afuera o trabajan acá pero no dejan los dólares que cobran en otro país.
Así que la baja de retenciones es una medida muy positiva, que puede aliviar un poco la situación. Es decisión muy buena para este sector.
Lamentablemente, es más fácil que se alineen los planetas, como está pasando hoy con Júpiter y Saturno, a que en Argentina se pongan en línea las políticas.
Porque, al mismo tiempo que se mejora la situación de estas industrias, el gobierno de Fernández ha iniciado una pésima política intervencionista en las telecomunicaciones. Con el fin cortoplacista y demagógico de abaratar servicios de Internet, celular, cable y teléfono, el gobierno va a frenar el desarrollo de la infraestructura de telecomunicaciones. Se lo han advertido todos los especialistas. Eliminar la competencia y fijar precios en esos rubros va a frenar las inversiones.
¿Cómo están relacionadas la industria del conocimiento y las telecomunicaciones? Es simple: para producir información y conocimiento es clave tener una excelente infraestructura de telecomunicaciones. Si no, no funciona. Incentivar el conocimiento sin tener buenas telecomunicaciones es como incentivar que las petroleras saquen mucho gas pero sin tener gasoductos, trenes o barcos para transportar el gas.
El riesgo es que para nosotros siga siendo un regalo ver series en Internet por un tiempo, pero que un futuro cercano la infraestructura para la industria del conocimiento sea atrasada e insuficiente.
La baja de las retenciones es una muy buena noticia. Y ahora habría que tratar de que sea coherente con el resto de la política para el sector.
