Por favor, los adultos mayores que integran la audiencia de Cadena3, les pedimos que se sienten, se relajen, para recibir esta noticia que los va a conmover, que les hará recuperar la esperanza en la humanidad si es que la habían perdido y les permitirá cerrar a lo grande un año que fue para llorar.
Va la noticia: como hoy es el día de la eliminación de la violencia contra la mujer, la Anses anunció que va a comenzar a usar el lenguaje inclusivo en toda su actividad burocrática. Así se publicó hoy en el Boletín Oficial. Dice que va a usar el lenguaje no sexista para no ocultar, ni subordinar, ni jerarquizar ni excluir a ninguno de los géneros”. Así que ahora van a elaborar un manual de estilo para que toda la Anses empiece a hablar y escribir con la “e”.
Está bueno.
No hay que dejarse llevar por los odiosos que ya andan diciendo por ahí que, ya que la Anses va a empezar a excluir a jubilados y pensionados excluyendo la inflación del cálculo de la movilidad jubilatoria, al menos ahora los va a incluir con palabritas inclusivas. Les van a dar palabras en lugar de pesos, dicen.
No les haga caso. Son unos sarcásticos.
Como esos que preguntan si el Gobierno va a aprovechar esto para seguir sin mencionar la palabra “ajuste” y en su lugar, si ya no le queda otra, va a decir “ajusta” y “ajusto”.
Eso sí, junte paciencia. La proverbial demora burocrática de la Anses puede complicarse aún más con las parrafadas que puede llegar a exigir el nuevo lenguaje. Por ejemplo, una indicación simple como “Pensión por fallecimiento de un jubilado. Ante el fallecimiento de un jubilado, pueden solitarla los esposos, los convivientes e hijos solteros menores de edad”, puede llegar a transformarse en “Pensión por fallecimento de un jubilado o jubilada. Ante el fallecimiento de un jubilado o jubilada, pueden solitarla o solicitarlo los y las esposos y esposas, los y las convivientes y los y las hijas o hijos menores de edad”. No van a terminar nunca. Imagine lo que puede llevar una sentencia en alguno de los cientos de miles de juicios previsionales que genera la Anses.
Un aporte: ya que están, vayan más allá de la inclusividad de género e incluyan las demás diversidades que contiene el universo de los adultos mayores. Y que no siempre se contemplan. Como cuando esos funcionarios melosos y demagógicos que siempre se hacen los sensibles se refieren a los jubilados como “los abuelos”, haciendo sentir “raritos” a los cientos de miles que no son abuelos. Lo único que falta es que ahora esos sensibleros insoportables empiecen a decirles “abueles” a todos, incluso a los que no tienen nietos.
