Zannini, las indemnizaciones y los presos cubanos (Por Adrián Simioni).

Derechos humanos

Zannini, la doble indemnización y los presos cubanos

09/12/2019 | 17:38 | El inminente procurador del Estado fue indemnizado por su detención bajo el gobierno democrático de 1973-1975. También cobra una pensión por eso. Hoy, ceremonia con el presidente de Cuba.

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El diario La Nación publicó este lunes una nota en la que confirma que Carlos Zannini, que asumirá mañana como jefe de todos los abogados del Estado nacional, cobra una pensión por haber estado detenido desde mediados de 1975 hasta marzo de 1987 a disposición del Poder Ejecutivo. La nota también precisa que Zannini, además, cobró hace años la indemnización que se estableció en su momento para aquellos detenidos, por esa misma situación.

Ambos beneficios son completamente legales. Están basados en dos leyes vigentes del Congreso.

Sin embargo, que ambos beneficios sean legales no exhime a toda la situación de dos críticas:

En primer lugar, se indemniza a alguien que fue detenido con la Constitución vigente, bajo leyes de un Poder Legislativo en funciones y con decretos de un gobierno democrático, como era el de 1975. Zannini nunca fue un desaparecido y nunca estuvo en alguno de los sangrientos campos de tortura de la dictadura, pero recibe el mismo beneficio que aquellos sobrevivientes que sí fueron ilegalmente detenidos y desaparecidos.

En segundo lugar, hay una doble indemnización que nadie se explica. Si los detenidos políticos cobraron en su momento un monto global no se entiende por qué se paga, además, una pensión graciable.

La cuestión merece aún otra reflexión. Cuando el gobierno peronista lo detuvo en 1975, Zannini militaba en Vanguardia Comunista, un partido que promovía la insurrección armada para la destrucción del Estado burgués, incluyendo todas las garantías individuales que ya no se conseguían en la China maoísta que ellos mismos admiraban. Sin embargo, años después, estos mismos militantes aprovechan esas garantías que antes ninguneaban como burguesas en su propio beneficio.

Es contradictorio. Pero, bueno, todos tenemos derecho a cometer errores de juventud. Todos tenemos derecho a cambiar. A valorar cosas que antes nos parecían chucherías.

Pero ahí aparece otro problema: ¿realmente fueron sólo errores de juventud? ¿Zannini realmente valora hoy los principios constitucionales y los derechos humanos en los que se basa su doble indemnización?

Lo dudo. Hay hechos que fundan esa duda. Por ejemplo: mañana, en la asunción del nuevo gobierno que él integra formará parte notoria del festejo Miguel Díaz Canel, presidente de Cuba. En Cuba hay, hoy, unos 130 presos políticos. Es sólo una estimación de distintos organismos, porque la Cuba de Díaz Canel ni siquiera permite que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA visite Cuba para evaluar la situación.

Hasta Videla permitió la crucial visita de esa comisión en 1979. Pero el castrismo siempre zafa. Para eso recibe desde hace décadas la cobertura ideológica del presunto progresismo al que Zannini pertenece.

Los de Cuba son presos políticos que están bajo la misma o peor condición que la que sufrió Zannini. Pero están muy lejos de cobrar una doble indemnización. De hecho, mañana Zannini va a estar aplaudiendo a Díaz Canel.