La inteligencia generosa de una socióloga mayor

En busca de una salida

La inteligencia generosa de una socióloga mayor

03/07/2020 | 18:45 | La pandemia golpea más a los mayores y a los ricos, dice Magdalena Estrugamou. Y la cuarentena pega más a los jóvenes y pobres. Mirá lo que deduce.

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Magdalena Estrugamou es socióloga. Es argentina y tiene 75 años de edad. Desde esa posición, acaba de señalar una alernativa de salida de la cuarentena que me parece original y, sobre todo, bien explicada.

¿Qué viene a decir Estrugamou? Bueno, aunque no lo dice exactamente con estas palabras, plantea que la pandemia golpea más a los mayores y a los ricos que a los jóvenes y a los pobres. Básicamente, porque el virus mata más a las personas mayores y Estrugamou muestra con datos que en los segmentos más ricos de la sociedad hay una proporción más grande de gente mayor.

En cambio, la cuarentena total, nuestra respuesta a la pandemia, golpea más a los pobres y a los jóvenes que a los viejos y ricos. En los segmentos más pobres hay más chicos y gente joven, que están obligados a estar encerrados, sin estudiar ni trabajar, aunque el virus no es un enorme riesgo para ellos y aunque ellos son los que más necesitan trabajar.

Constatando estos dos simples elementos, Estrugamou plantea que sería mejor retocar la cuarentena para que sea efectiva, pero con menos costos sociales y de exclusión.

Primero, debería permitirse la actividad económica para no destruir empleos, evitando un costo que pega a los jóvenes y pobres sobre todo.

Segundo, enfocar la asistencia social que hoy está dispersa en la población de gente mayor que es pobre y no puede bancarse el confinamiento.

Tercero, mantener el aislamiento de la gente mayor que puede autoabastecerse sobre todo para que no se enfermen, pero también para que no compitan por los recursos del sistema de salud que podrían necesitarse para otras personas al abrirse la cuarentena. Este sector, que viene a ser el de la propia Estrugamou, que de ese modo propone mantener su propio confinamiento, de cualquier modo está aislado.

En cuarto lugar, habría que poner más énfasis en cuidar, capacitar y ampliar el personal de salud.

Y en quinto lugar habría que permitir la actividad habitual de niños, jóvenes y adultos de mediana edad para dejar de excluir de la educación a los chicos y jóvenes más pobres y normalizar muchas áreas de la economía.

Todo esto, aclara Estrugamou, tiene que hacerse cuidando obviamente el distanciamiento social.

Con enorme inteligencia, pero sobre todo generosidad, dice esta socióloga de 75 años de edad: “En nuestros últimos años no queremos ser protagonistas de un episodio de egoísmo intergeneracional y social, sino que es necesario encontrar un camino para un proyecto de país que brinde un futuro para nuestros hijos y nietos en un contexto de mayor equidad social”.

A mí me parece un hallazgo, una pista original para definir qué hacer.