Alberto, en un mar de indefiniciones (Por Adrián Simioni)

Orejeando la pospandemia

Alberto, en un mar de indefiniciones

20/07/2020 | 18:59 | Quiere desendeudar, acumular reservas, dólar competitivo y superávits gemelos. Eso sí: al plan para conseguir eso no lo tiene... o no lo puede decir.

Audios

Fue desconcertante la entrevista que Alberto Fernández concedió a la publicación británica Financial Times, el medio financiero más importante del mundo junto The Wall Street Journal y Bloomberg. Luego de reiterar que la Argentina no va mejorar otra vez la oferta a los bonistas, lo cual era esperado, el Presidente sorprendió con una frase. Dijo: “Francamente, no creo en los planes económicos. Creo en los objetivos que nos podemos fijar y en trabajar para conseguirlos”.

El presidente usó así una de las tribunas más importantes de la política mundial para tirar afuera una pelota que claramente le molesta. Desde que asumió, Fernández nunca expresó cuál era su plan. Cuando llegó la pandemia, la urgencia sirvió como excusa para seguir sin precisiones. Y ahora que se encara la pospandemia, tampoco hay plan.

La verdad, nadie quiere precisiones. Pero tanto dentro como fuera del país, a todos nos interesa saber al menos grandes líneas generales: si el presidente piensa que el Estado puede seguir emitiendo dinero sin límite, si en Argentina se va a respetar la propiedad de los que se animen a invertir, por dar algunos ejemplos básicos que hoy en Argentina están en duda.

El mismo domingo, en Página12, Fernández expresó, sí, los objetivos que quiere: quiere que nos desendeudemos, que acumulemos reservas, que el dólar sea competitivo y que haya superávits gemelos, fiscal y comercial, como era con Néstor.

Todo muy bonito, pero ninguno de esos objetivos se han alcanzado. Al contrario. Se revirtieron o agravaron durante su breve gestión, incluso antes de la pandemia.

¿Cómo se pueden buscar esos objetivos sin un plan? Es de una irracionalidad flagrante. El Presidente navega en un mar de indefiniciones cada vez más grande. Obviamente, él se debe dar cuenta de que es irracional decir que querés llegar a cierta parte pero sin decir por dónde vas a ir. La sospecha creciente es que, lo que sucede, es que él no está en condiciones de mostrar ninguno de sus mapas porque no se los aprueba Cristina Fernández.

La certeza que se va instalando es que, mientras los Fernández no terminen de resolver quién manda, la Argentina no va a tener ningún mapa. Lamentablemente, ese el mensaje central que ayer dejó el presidente en el principal medio financiero del mundo.