De Santa Cruz a Tierra del Fuego: el país más loco del mundo

La quinta pata del gato

De Santa Cruz a Tierra del Fuego: el país más loco del mundo

18/10/2021 | 13:00 | A los fueguinos los vamos a seguir subsidiando para que "sustituyan" importaciones. Y a los santacruceños los vamos a subsidiar para que importen a rolete. ¿Quién subsidia a Islandia?

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No caben dudas. Somos el país más loco del mundo. Hoy, en el mismo día, a los fueguinos los vamos a volver a subsidiar para que sustituyan importaciones; y a los santacruceños, ahí nomás, pegaditos, los vamos a subsidiar para que realicen más importaciones.

A los fueguinos el gobierno nacional les va a renovar ¡otra vez!, y al menos por 15 años, el régimen de promoción industrial para la industria electrónica. Hace 50 años que existe ese régimen. Y nunca funcionó. Si no, ya no serían necesarios los subsidios.

Básicamente el régimen sirve para que una decena de fabricantes de televisores, celulares y aires acondicionados puedan importar sin aranceles y con dólar subsidiado todas las piezas y puedan vendernos todo eso a nosotros a precios más caros que los importados, encima con beneficios en IVA y Ganancias. El Congreso calcula que este año el Estado va a dejar de recaudar 77 mil millones de pesos en impuestos que sí se pagarían si todo eso se importara. Esa plata equivale a pagarles 374 mil pesos por mes (más aguinaldo) a cada uno de los 15.800 empleados directos e indirectos que esas fábricas dicen que tienen.

A los santacruceños, en cambio, el gobierno nacional les va a permitir desde hoy abrir una zona franca minorista donde, además de poder comprar desde neumáticos hasta perfumes importados sin aranceles y con ventajas impositivas, van a poder comprar hasta 600 dólares al mes por santacruceño, acumulables por familia. Los menores tendrán un cupo de 300. Una familia de dos adultos y dos chicos podrá importar por 1.800 dólares al mes. O sea, por el equivalente al ingreso total de muchos hogares.

O sea, el resto de los argentinos seguimos con el cepo de 200 dólares, siempre que no reciban o hayan recibido algún subsidio. Los santacruceños tendrán coronita.

En Santa Cruz la cosa también se pondrá locamente burocrática. Por ejemplo: se supone que en la zona franca habrá dos concesionarias de autos importados. Entonces, hay que evitar que cada hogar santacruceño se transforme en un concesionario dedicado a revender coches en el resto del país hay que empezar con los controles. El más kafkiano: los autos que se compren en la zona franca sólo podrán circular 90 días fuera de Santa Cruz ¿No es hermoso?

A todo esto, nadie se hace una pregunta: ¿por qué Tierra del Fuego y Santa Cruz necesitan subsidios eternamente, que se suman a las infinitas subvenciones fiscales y de todo tipo que ya tienen? ¿Por que hace frío? ¿Quién subsidia a Islandia? ¿Y a Noruega?

Las dos provincias tienen petróleo, gas, minería, turismo, ganado lanar, pesca. Cualquier país podría ser multimillonario con eso. En cambio no han desarrollado jamás nada de eso. Porque se dedicaron a vivir del empleo público y la coparticipación, además de prebendas como las que se van a disponer hoy.

El desastre de 50 años de desmadre demográfico y fiscal se traduce en una postal: pese a las fortunas gastadas Río Grande -donde se supone que hace 50 años le metemos guita a un polo industrial- no tiene puerto.

Es otro capítulo más del país sin ton ni son: un laboratorio de políticas económicas manejado por delirantes.

Que en el mismo día hace una cosa (subsidiar la sustitución de importaciones) y exactamente la contraria (subsidiar el consumo de importados).

En el medio estamos nosotros, los que seguiremos pagando celulares carísimos y pondremos los dólares para que los santacruceños compren los suyos baratísimos.