Billetes crocantes (e inflación) para todos y todas (Por Adrián Simioni)

Sin precedentes

Billetes crocantes (e inflación) para todos y todas

20/04/2020 | 18:34 | Por primera vez el Estado pagará buena parte de los salarios privados. Su impacto fiscal será gigante. Su golpe en los precios, una incógnita.

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Sorprendió el Gobierno con una medida inédita en la Argentina. Por primera vez en la historia, por decreto, el Estado va a pagar parte de los sueldos privados, entre uno y dos salarios mínimos por barba. Supongamos que pague un promedio de 25 mil pesos por barba para el 80% de los seis millones de empleos privados que están inactivos por la cuarentena: este nuevo subsidio no va a bajar de los 120 mil millones de pesos en un mes.

Su impacto fiscal será gigante. Es un 50% más de lo que el Estado gastará en el Ingreso Familiar de Emergencia para 8 millones de personas. Es más que todos los billetes que el Banco Central emitió en marzo para dárselos al Estado. Es casi lo mismo que recaudó el Estado en marzo por IVA, el principal impuesto del país. Por sí mismo, este subsidio a los sueldos privados equivale aumentar en más de 20% el gasto total del Estado. En apenas un mes.

¿En qué medida acelerará la inflación todo este gigantesco incremento del gasto financiado con la maquinita de imprimir? La mitad más uno de los economistas dicen que te ates los cordones porque se va a venir una estampida. El resto dice que con la recesión que ya tenía la Argentina más la recesión inducida por la cuarentena, en una de esas al principio el golpazo inflacionario no se nota mucho.

No va a ser la primera vez que sucede en Argentina. Lo distinto, esta vez, es que la maquinita de imprimir se puso al servicio directo también del sector privado. 

En ese sentido, por primera vez es una emisión algo más equitativa. Hasta ahora, siempre los billetes crocantes habían sido para financiar empleados públicos, jubilados y a los subsidiados con planes sociales. 

En esa mecánica tradicional, la inflación se contenía un poco porque los billetes crocantes no llegaban de inmediato a los bolsillos de los trabajadores privados, con lo que éstos se empobrecían y reducían su demanda y consumo. Ahora, los billetes calentitos van a llegar por primera vez en forma directa a los bolsillos de todos y todas. Va a ser todo un espectáculo para ver.