Ahora sí te va a cambiar la forma de pagar

Se viene un cambio grande en la forma de pagar lo que compramos. Se trata del pago a través de nuestros celulares, con los que basta leer el código QR en un comercio para hacer el pago. El sistema en sí no es nuevo. Hace mucho que Mercado Pago, la rama financiera de Mercado Libre, ya lo ofrece ampliamente en la Argentina.

Pero, ahora, 23 bancos tradicionales, que temen que este cambio tecnológico amenace seriamente su hegemonía, se han aliado para competir con Mercado Pago. Han lanzado su propio sistema de pago con el celu, que se llama Dimo. Dinero Móvil. Y esto promete darle al sistema una masividad que hasta ahora no se había alcanzado.

Ya lo habían presentado en febrero. Los bancos Galicia, Santander, Macro y BBVA crearon una empresa, que se llama Play Digital, que administra Dimo. Pero ahora ya se han sumado otros 19 bancos.

Y creen que en octubre el sistema podría estar en marcha. ¿Qué se puede hacer? De todo. Pagar un bien o un servicio en un comercio como se hace con la tarjeta, transferir dinero a cuentas de terceros como se hace por homebanking o por cajero, etc. Lo que pasa es que estos sistemas son cada vez más sencillos. Por ejemplo, el número telefónico operará directamente el número de identificación. Prometen que pasar dinero va a ser tan fácil como mandar un mensaje. Y que incluso se va a poder seleccionar el destinatario del pago desde la libreta de contactos, como cuando lo seleccionás para mandar un mensaje. A diferencia de otros sistemas de pagos con el celu, en principio, no tendrías que primero depositar dinero en la billetera virtual para sacar de ahí, dado que el dinero fluiría directamente de lo que tenés depositado en la caja de ahorro o en la cuenta corriente.

No venimos tan atrás. Algunos de los mayores bancos de Estados Unidos hicieron algo parecido en 2017 para no ser arrasados por Pay Pal, igual que ahora hacen los bancos con Mercado Pago acá. No les queda otra, tampoco. El comercio electrónico y los pagos por teléfonos ya estaban dejando obsoletos las tarjetas y los cajeros antes de la pandemia. El coronavirus aceleró este cambio hacia la desaparición del efectivo en todo el mundo. Y nosotros tampoco quedamos al margen.